En una playa dormida bajo una sierra
sagrada. La tarde dulce vestida de mil estrellas doradas. Hay una piedra
andaluza sobre la arena plateada. Y un mar azul que se arrulla con su belleza
encantada.
Mi primer amor, la libertad, mi primer
beso… mi barrio sencillo, la esperanza de mi pueblo… los goles de Arango, los
domingos, los abuelos… Mi forma de hablar y el llanto que un día me llevé muy
lejos…
Santa, al pasar el tiempo, no puedo
olvidarte, te conocí muy dentro. Y yo quiero, cuando sople el viento, volver a
tu lado y vivir allí…
En una playa dormida bajo una sierra
nevada, había una historia perdida que encontré bajo mi cama… Era la tierra de
un hombre de una cultura dorada, que se perdió entre las nubes y fue olvidada…
Quiero caminar por esas calles
nuevamente. Quiero despertarme con las voces de mi gente. Quiero ver tu nombre
en las estrellas, Santa Marta. Y que te recuerdes siempre que quiero con el
alma.
Santa, al pasar el tiempo, no puedo
olvidarte, te conocí muy dentro. Y yo quiero… cuando sople el viento, volver a
tu lado y vivir allí. Por eso yo quiero…
Por las noches te quiero contemplar, de
tu falda no me quiero soltar. No es un sueño poder vivir así y dormir abrazado
a ti…
Tempranito voy corriendo hasta el mar,
cayunquito de remos y a remar. Sólo sueño por poder vivir así, pescadito que
regresó…
Santa, al pasar el tiempo, no puedo
olvidar que te conocí muy dentro. Y yo quiero… cuando sople el viento, volver a
tu lado y vivir allí. Por eso yo siento… que al pasar el tiempo, no puedo
olvidar que te conocí muy dentro. Y yo quieero, cuando sople el viento, volver a
tu lado y vivir allí…
En una playa dormida, bajo una sierra
sagrada… La tarde dulce vestida de mil estrellas doradas…
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